Falleció Neno Pereyra, baluarte de Los Llanos

Neno Pereyra (1931-2025)



Nicolás Lezcano

Con él desaparece un referente del casteo a nivel regional.


El pasado día 19 de enero, a los noventa y cuatro años, nos dejó Neno Pereyra, uno de los más insignes casteadores del histórico partido de los Llanos, en el valle de Aridane, contribuyendo desde los años cuarenta hasta hoy a consolidar el prestigio y poderío de la emblemática gallera palmera ,y considerado durante años mejor casteador de Canarias.

De aquella década fue su célebre semigallo de espuelas negras “el Artillero”, peleado en las temporadas del 46 al 49, de la línea de los reputados “escopetas”, de Tomás Hernández “el Sordo” y Saturnino Pérez, liga de la que descendía también el magnífico “Perillón”, que deslumbró por aquel entonces a la afición tinerfeña haciendo seis peleas sin despeinarse.

El Artillero (1947)

En 1950 emigró, como tantos otros paisanos nuestros, a Venezuela, donde siguió con la afición y hasta coincidió con el magistral Pablo Amador. Retornó treinta años después, dedicándose a la agricultura y el negocio platanero, y consolidando su prestigio como casteador y, aunque contribuyó eventualmente con otros partidos, su nombre quedó vinculado para siempre al de Los Llanos y la histórica contrata contra Tazacorte, de la que quedó mejor gallo de la temporada 1988 uno de sus “machetes”, otra línea unida para siempre a su nombre, y cuyo origen es incierto ya que, según decía, procedían de unos pollos que aparecieron en la tajea de su finca (no sabemos hasta qué punto es literal puesto que en nuestro argot gallístico se dice que un gallo “apareció en la tajea” cuando no se sabe con exactitud su ascendencia). El más famoso fue el "machete" que peleaba a nombre del niño Damian Gutiérrez, un melado de gallardetes blancos que subió nueve veces a la valla, ganando siete y entablando dos, preparado por el gran Quico Acosta “Malaire”.

Programa de 1980

Siguió cosechando éxitos gracias a sus "machetes" y los "mobydick", asociado con José Carlos Ventura Viña, primero como José Carlos y Neno, y después como Peña Don Pepito. "Era un espectáculo verles pelear los gallos", se oía en los mentideros. 

Languideciendo el siglo XX dejó de castear, aunque siguió militando en su querida gallera Los Llanos, en la que volvió a encerrar unos años después, hasta 2014, cuidando Victor Nieves.

Programa de 1985

En mis ineludibles citas gallísticas cuando visitaba la Isla Bonita era, y es, obligado protocolo recorrer la grada y saludar a los amigos uno por uno, y nunca faltaba la mano de Neno Pereyra, dispuesta a estrechar la mía. 

Últimamente ya su familia no le dejaba ir a las peleas porque se ponía nervioso, pero no dejó de asistir furtivamente a las pechas. La foto de  portada se la hice en 2017, con ochenta y siete años, y en ella se aprecia la vitalidad e ímpetu de este gran hombre y para siempre recordado amigo. Descanse en paz.


Como tantas otras veces, para documentarnos, recurrimos al Diccionario Gallístico de Canarias (Pérez Corrales M. (2008)) y a la impagable colaboración de Javier Alvarez y Orestes Cáceres, con su portentosa memoria y hemeroteca.

 

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