Doble atentado a directivos canarios

 

Uno de los vehículos siniestrados

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Nicolás Lezcano

Actos mafiosos ensombrecieron el panorama gallístico canario en la crónica más negra de nuestra historia.

El pasado sábado, día dos de mayo, en el polideportivo López Socas de Las Palmas de Gran Canaria, la celebración del torneo de casteadores Siete Islas quedó eclipsada, aparte de por un altercado con arma blanca protagonizado por los forasteros que infestan nuestras gradas, por el incendio del coche del presidente de la Federación Gallística Canaria, José Luis Martín, y esa misma noche, a muchos kilómetros de allí, frente a su domicilio, el calcinamiento del vehículo de trabajo de Miguel Ángel Santos,  presidente de la gallera Amigos del Sur. Lo que en principio pareció un hecho aislado provocado por algún descontrolado, tras el segundo atentado quedó claro que fueron actos coordinados.

En su momento comentamos, en un artículo publicado en este blog el día veintisiete de febrero, titulado “Mar de fondo en la federación”, que desde hace tiempo Martín mantiene un pulso  por el derecho usufructuario del López Socas, enfrentamiento que se ha ido recrudeciendo y ha polarizado a la afición grancanaria y hasta insular. En aquella reseña procuramos ser objetivos e imparciales, pero hasta aquí hemos llegado, la gravedad de los hechos nos obliga a posicionarnos.

José Luis Martín es el artífice de la FGC, una institución fundamental que de no existir no habríamos llegado hasta aquí. Elegido democráticamente, no impuesto como alegan muchos, nos representa y defiende a todos. Él es el responsable de que los gallos sigan peleando en Canarias y a él le debemos todo lo logrado en derechos y legalidad. Treinta años dando la cara por nosotros en los despachos, en los periódicos, en las televisiones. Nos ha promocionado a nivel nacional y hasta mundial, y logró que nuestro gallo se considerara genéticamente  y  registrara en el catalogo de razas del ministerio de rigor. Él se implicó en las reformas del Cabildo en el Lopez Socas, adaptándolo a nuestras necesidades. Y entre los nuestros no existe absolutamente nadie más capacitado para ese desempeño.

Miguel Angel Santos, activo colaborador de la federación, siempre ha estado ahí, luchando por los gallos a nivel local y hasta nacional.

Nos preguntamos dónde estaban todos estos elementos que ahora anónimamente tanto cuestionan su gestión cuando ha habido que dar la cara y batirse el cobre ante los abolicionistas. Parásitos cuyo único interés es el lucro, que no han estado cuando ha hecho falta pero ahora se benefician de los derechos adquiridos por el esfuerzo de otros y hasta osan a atentar contra su patrimonio.

Durante todo el próximo fin de semana, en el reñidero grancanario,  está proyectado celebrar un multitudinario evento extra federativo, con el reclamo de la jugosa cuantía de los premios, pero el sábado está programada la 14ª jornada de la Liga Insular, lo que ha acentuado el tenso conflicto de intereses sin aparente solución, puesto que quien debía haberse pronunciado y dirimido este conflicto, la Concejalía de Deportes, no lo ha hecho, y determinados radicales han optado por la extorsión y el terrorismo. 

A día de hoy nadie ha reivindicado los atentados pero hay quienes tienen interés en que Martín y Santos dejen de incordiar, y nos preguntamos hasta donde están dispuestos a llegar para conseguirlo; secuestro? asesinato?.

¿Desde las demás islas las instituciones y aficionados vamos a permanecer impasibles ante unos hechos de tal gravedad jamás acaecidos en Canarias?. 

O cortamos esto de raíz o se nos depara un futuro muy negro, impropio de una sociedad civilizada, donde prevalecerá la ley de la mafia y la gente de bien no tendremos cabida.