Rebotallo, genio y figura de una leyenda

Antonio Hernández el "Rebotallo"
1953-2025


 Nicolás Lezcano

Ocho veces campeón de Canarias, ganador de once temporadas seguidas,  diecinueve en total, cuarenta y seis riñas de ventaja. Fue el más grande y su legado enaltece el gestario de la gallística canaria y universal.


Tazacorte despertó sin alma,
una paloma encintada cruzó el cielo,
llevaba en sus patas la sombra,
el pesar anudado en un duelo.
 
Los fufos ya no danzan,
el viento ha callado su juego.
La Palma calla en su pena,
su llanto es un eco sin dueño.
 
Canarias guarda su canto,
el barranco es un pozo de ausencia.
Los gallos enmudecen de luto,
y el alba, huérfana de espuelas,
vela a Rebotallo en su esencia.
 
pervivirá la leyenda.



El pasado día dieciocho de enero falleció Antonio Hernández, “Toño el Rebotallo”. Marcó una época, y fue el más destacable de los cuidadores de la era moderna. Ingenioso hasta lo inverosímil, resolutivo, polémico, heterodoxamente magistral... Una trayectoria extensa, con un riquísimo anecdotario que por sí mismo daría para un capítulo entero de su prodigiosa trayectoria profesional.

Hace seis años le dedicamos un artículo titulado “El regreso de una leyenda”, a raíz de su vuelta a la actividad gallística,  por última vez, en Tazacorte. Reproducimos a continuación la semblanza que de él hicimos entonces:

La inesperada vuelta de Antonio Hernández a la gallera Tazacorte esta temporada 2019 para enfrentarse, y caer, ante José Carlos Rodríguez, en Los Llanos, cuya rivalidad se remonta a años atrás, confirió aún más interés a la mejor contrata de Canarias.

Esta es la definición que de él hizo Miguel Pérez Corrales en su Diccionario gallístico de Canarias (2008).

“Gallero de grandes recursos, poseedor de una fuerte personalidad, capaz de dar expectación a una temporada con su sola presencia, Antonio Hernández ha pasado a la historia gallística de Canarias por derecho propio, como una de las figuras centrales del último cuarto del siglo XX.” (p.276)

Corrales dedicó en su libro nada menos que siete páginas a la figura de Antonio Hernández, genio y figura cuyas hazañas a lo largo de su dilatada carrera aún resuenan en los mentideros y pasan de boca en boca de generación en generación. Se decía que era capaz de atusar un gallo en lo que se consumía un cigarrillo, de cambiarles el color de la pluma o coserle una herida a un ayudante mejor que cualquier cirujano…Pero sobre todo ha trascendido su impresionante bagaje profesional. 


Toño adolescente en la gallera Tazacorte
aprox.1965


Antonio Hernández Martín nació hace setenta y dos años en La Villa y Puerto de Tazacorte, heredó su apodo de su padre, Manuel “el Rebotallo”, empezó en gallos con Israel Vargas “el Artillero”, y fue ayudante con Añón y Maso León.


Toño, Juan Rgez Plasencia el "Gomero", Fernando Camacho, 
Manolo Rgez Plasencia el "Gomero"  y Añón León .1970


Fernando Camacho, Toño, don Gabriel Acosta el "Pollanco"
y Juan Rguez el "Gomero".1970

"Antiguamente no había móviles. Varios palomares del pueblo llevaban ocho palomas. Primero soltaban una  con una cinta blanca que la llamaban el aviso, que era que las peleas ya habían empezado. Y luego si venía roja, había ganado Tazacorte, azul Los Llanos, y amarilla o blanca tablas. La plaza se llenaba de gente porque uno de los palomares estaba junto a la plaza…entonces todo en mundo vivía los gallos en Tazacorte. Era un mundo totalmente diferente al de hoy. Cada vez que se ganaba a Los Llanos se sacaban carrozas, y hasta una vez se “quitaron” los Caballos Fufos con jirafa y todo. Recorrían la avenida principal hasta la plaza de la iglesia, del morro a la avenida, a la plaza y de vuelta. Era día festivo en Tazacorte.
Ese año en la carroza se acondicionó una valla detrás e iban los cuidadores con dos gallos forrados, y donde más se reunía la gente paraban, les daban unos tiritos a los gallos, y seguían, y por la noche voladores y festejo. A Los Llanos subían algunos a botar voladores.
Los fufos son en septiembre pero cuando ganaba Tazacorte los sacaban el último domingo de peleas." M.A.Lorenzo

Toño debutó en 1974, en Tazacorte, contra Añón, en Los Llanos, protagonizando una magnífica temporada  que perdió en la última pelea. En el año 75 hizo el cuartel en Tenerife y Domingo Prieto y Agustín Delgado  intentaron convencerlo, sin éxito,  para que  ayudara en Güímar, gallera que nunca pisó. En el 76 de nuevo en La Palma, en La Nueva,  perdió ante Roberto Hdez. para después ganar once temporadas consecutivas, una proeza histórica.

En el 78, por La Nueva le ganó por cuarenta y seis peleas a Añón, récord imbatido a día de hoy. Se peleó en el Circo Marte. Como anécdota, en la última jornada Toño presentó siete gallos peleados, cada uno de diferente color.


Toño, Domingo Acosta el "Perro", Pedro Rodriguez e Isidoro Peraza
Con cajas de promoción de cigarrillos R46
1978

En el 79 siguió en La Nueva, ganando a Roberto Hdez. En el 80, en Tazacorte, venció a Miguel Acosta y Maso, y al año siguiente fichó por Los Llanos y derrotó por la mínima a Roberto.


1980

En 1982 inicio su etapa lanzaroteña, primero en Teguise y después en Arrecife, y con él la isla vivió una época de esplendor gallístico nunca visto antes ni después. Protagonizó temporadas trepidantes contra Alejandro Déniz y Adolfo “el Pichón”, hasta entonces dueño y señor de las vallas lanzaroteñas, al que llegó a derrotar por veinticinco riñas de ventaja, algo inusitado. En la temporada del 83 peleo un melado de Luis Machado ocho veces, ganando seis, cuatro de ellas consecutivas. A él se debe el diseño actual de las galleras de Teguise y Arrecife.


1985

En el 86, de nuevo en La Palma, con Justo Acosta de ayudante, contra Arnoldo Pérez, que después fue sustituido por Quico y William Lorenzo. Se quedó cuatro años en Tazacorte, ganando tres y perdiendo una en la última jornada contra Maso. Ese año, el artesano de los caballos fufos, Pepe Pérez, fabricó exprofeso  un gallo fufo, que recorrió las calles junto a los caballos y una carroza, parando en los lugares más concurridos de la villa, y posaron en la escalera del ayuntamiento con el trofeo al mejor gallo de la temporada, el melado "Cubanito", con cuatro peleas, de Domingo Martín el "Tijarafero". Era cuando aun Tazacorte celebraba por todo lo grande sus triunfos sobre Los Llanos.


Filiberto Acosta, Domingo Martín el Tijarafero (con su trofeo de mejor gallo de la temporada, el melado el Cubanito), Toño y Ana, su mujer. 1986

En 1987, se proclamó, con su isla , campeón de Canarias en el primer regional. En 1990, por tercera vez en su historia gallística, cambio de partido y ganó, de nuevo a Maso. En el 91, de nuevo en Los Llanos, empató con Maso en una polémica última pelea en la que solo volaron los gallos. Volvió a La Nueva y aún contando con los famosos gallos de Paco el “Panadero”, hijos del “Patas verdes” de los hermanos Melini, cayó, contra todo pronóstico, y afectándole sobremanera, ante su discípulo Quico Acosta.


Programa de La Nueva y La Guerra
temporada 1992

En el 93 volvió a caer en Teguise contra “el Pichón”. En 1994 quedó segundo en una emocionante  liga cuadrangular en Tenerife, en el partido Norte, contra Fisio Hdez. en Garachico, Jorge Benítez, en Güímar, y Francisco Concepción “Francis”, en La Espuela. Le ganó a todos pero él era el rival a batir y el sistema de puntuación, no el de toda la vida por gallo ganado, le perjudicó. Peleó un retinto de Miguel Lorenzo tres semanas seguidas, contra cada una de las galleras rivales, y ganó las tres.


En el Norte con el retinto de siete riñas de Miguel Ángel Lorenzo
1994

De nuevo en Tazacorte empató contra Quico Acosta en Los Llanos, en un verdadero duelo de gigantes. En 1996, en La Nueva, ganó con holgura a Francisco Rodríguez “Nerín” y Francis, que lo sustituyó.

Con la selección de su isla fue campeón de Canarias en siete ocasiones, de las nueve que ganó La Palma, y una con Tenerife, proeza no superada por nadie. En la memoria quedó aquel de 1992, en Lanzarote, cuando en la final La Palma empató con la anfitriona 3-3, hubo que pelear un octavo gallo y tuvieron que pedir uno, ya peleado, y hasta comido, a Tenerife, un colorado peninsular, de Ramón Arias, propiedad de Álvaro González “Lillo”, que ganó, claro. 
Ó el de 1999, en el Camilo León de Los Llanos, donde la selección palmera se enfrentó otra vez a Lanzarote. A Toño no le llenaba uno de los gallos de la lista y mandó a buscar a las plataneras un colorado que le gustaba, de tres peleas, de César y Eduardo, que había peleado Pedro Pérez "Pedrito" en La Nueva. Le dio unos tiros en la gallera, lo llevó al torneo campaneando, dio un recital de pico y espuela y a recoger. Se llevó el premio al mejor gallo del campeonato, pero cuando lo soltaron de nuevo en los plátanos se envenenó y no volvió a pelear.

Problemas de salud propiciaron un cierto declive de su carrera. En el 97, en Arrecife, perdió ante Fisio Hdez. No cuidó el año siguiente. En Las temporadas 1999 y 2000, en Los Llanos, ganó a Añón. Los dos años siguientes volvió a perder, en La Nueva, ante un intratable Fisio, en plena cúspide de su carrera. En 2003, en Los Llanos,  cayó ante Samuel Mateos, estrella emergente. En 2005 iba ganando holgadamente en Los Llanos pero la temporada se suspendió. En 2007 volvió a hacer una gran campaña que acabó perdiendo ante William Rodríguez. 

La temporada 2009, en Tenerife, fue extraordinaria. Toño cuidó en La Espuela, con Ismanuel Hassan de segundo, aunque Antonio Gómez el “Solera” echaba una mano, y de soltador William Lorenzo, el hijo de Toño el “Venezolano”, con Virgilio Vargas de presidente y Luis Sánchez de vicepresidente, que falleció empezando la temporada y lo reemplazó Juan Miguel Maldonado, contra José Carlos Rguez. en Guimar y Oliver Montelongo de ayudante, con Iván Darias y Alfonso Oval en la directiva. Uno de los más trepidantes duelos de los últimos años. La rivalidad entre ellos dos y las aficiones de ambos partidos alcanzó cotas nunca antes vividas en la isla. De las dieciséis semanas de contrata  ocho quedaron cuatro a cuatro. Ganó José Carlos, que siempre ha reconocido que fue de las mejores de su vida, enfrentándose a un gallero de verdad que le exigió más de lo que él sabía.

Ambos equipos pelearon gallos excepcionales. Por La Espuela los giros “Tiburón” y el “Cocodrilo” que peleaban agachados como reptiles, que hicieron cuatro peleas cada uno, los melados linea “castañita” o  el colorado retinto “el Comandante”, que hizo tres,  de Peña Faje; los retintos de Miguel Angel Lorenzo, los dos blancos “escolares”, de cuatro y cinco riñas, de Jaime Almenara, el melado “Tomás Castañita”, de tres peleas, de Eusebio Mora. Y por Güímar los gallinos de Gonzalo Alberto, los “black and decker” de Adrian Mederos y los colorados de Peña Las Lajas.


En La Espuela. Temporada 2009

Temporada 2011, Toño, en El Paso, perdió ante un novel Samuel Acosta “Malaire”, en la gallera La Lucha, sobrino de Quico y que llegaría a lo más alto de Canarias. En 2012, de nuevo en El Paso, ganó a Samuel. En la 2013, Toño en La Guerra, perdió ante Samuel, en La Nueva.


Con su ayudante Fran Hdez. hijo de su eterno rival y amigo ,
el desaparecido Roberto Hdez.
Gallera Guerra 2014

En 2014, en La Guerra, perdiendo contra Samuel Acosta y 2015, en El Paso, cayendo contra Daibel Pacheco "Belo", fueron sus dos últimas temporadas antes de retirarse".


Sus cajas de espuelas, un tesoro

En el año 2019, el Rebotallo ya llevaba tiempo retirado, dedicado a las palomas,  Samuel Acosta por Tazacorte se enfrentaba a José Carlos Rodriguez, en Los Llanos, en una temporada muy reñida. Samuel dejó la gallera de improviso, siendo Miguel Angel Lorenzo presidente, y este recurrió a Toño, que por la gran amistad que los unía aceptó terminar la temporada. Acabó ganando Los Llanos de quince, aunque Rebotallo se despidió a lo grande, imponiéndose en la última jornada 4-3.

Para este cronista haber asistido a la  última temporada en activo de Toño Hdez. y haber departido con él en la gallera tras la última jornada fue una de las grandes satisfacciones de aquel año gallístico que terminaba. De aquellos años en Tazacorte Toño recordaba con cierta nostalgia los magníficos gallos de José Rodríguez "el Venezolano”.


Con Samuel Acosta la temporada que lo sustituyó
Gallera Tazacorte 2019

Volví a encontrarme con él en el 2023, ambos de visita en La Guerra, y ya era evidente el deterioro que la enfermedad había causado en él. Tras aquella voz ruda, cascada por el tabaco y la vida, yacía un hombre afable y cordial. Fue maestro de muchos y amigo de todos. 
Tuvo la fortuna de vivir los años gloriosos de la afición bagañeta por los gallos, y lamentablemente fue testigo del ocaso de esa maravillosa forma de vivir nuestro deporte, perdida ya para siempre en La Palma.
En esta semblanza falta el extenso anecdotario de este genio de la improvisación, que hemos decidido omitir,  y que quizá algún día  engrandezca aún más la literatura de este grande de la gallística universal. 

Descansa en paz amigo, y gracias por tanto.


Nuestro más sentido pésame a su viuda, Ana, y  sus hijos  Mónica, Jonathan 
Yeray.










Nuestro agradecimiento a Ana Barreto, Yeray Hdez., Miguel Ángel Lorenzo, Frank de Paz, Fran Hdez., Dailos Acosta, Flavio Mendoza, Javier Álvarez, Juan Miguel Maldonado, Alfonso Oval, Ricardo Rodríguez y especialmente a Orestes Cáceres, con su prodigiosa memoria y archivo documental. Y al imprescindible  Diccionario Gallístico de Canarias (Corrales 2008).

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